Las calles, banquetas, oficinas, salones escolares, estaban vacíos. Tampoco había carros, perros, ni mosquitos, ni altos en las esquinas, ni acondicionadores multivitaminados para el cabello. No había botellitas de agua en el oxxo, y el marcador de tinta negra permanente que siempre llevé a la escuela, ya no servía más. Lo más extraño fue que mi canción favorita que escuchaba al menos 5 veces en la mañana después de bañarme, dejó de serlo. Fue un día raro.
Extraño mi canción preferida.

David Aguilar - Tornazul