2 de julio de 2014

Domingo de Cine

Perra chola!, me gritaron el jueves.
Y es que fui a visitar la tienda de abarrotes "Lupita" donde vive la Cuquis, para ver si estaba la señora dueña, que a veces nos regala las tortas viejas de huevo, que no se venden en el día.
Al llegar, me encontré con el Rudo, lo miré por encima del hombro, como siempre. La última vez que nos vimos nos habíamos peleado un poco. Creo que fue circunstancial, hacía calor, estaba cansada y tenía hambre, como siempre. Luego contaré de nuestra vida amorosa, anduvimos juntos como dos veces, luego se fue y no regresó hasta mucho tiempo después. Ya lo perdoné. Yo sé que nunca le he interesado de verdad. Pero en esta vida, el amor es un lujo.

-¿Cómo está tu hermano?, le pregunté por compromiso.
-¿El Güero? Pues ahí anda batallando, ya tuvo hijos con la Adela.
-Mhh, la vida que le espera al pobre.

Ciertamente Adela, ya había tenido hijos en cinco diferentes barrios. Pero no juzgo, es la vida que escogió.

Estábamos sentados afuera de la tienda esperando a que saliera Doña Lupe. Ahí estaba la Cuquis. Yo no había comido desde el martes, más que unas tostadas viejas con verdura que me compartió la Princes. Y es que ahí en su casa siempre había cosas deliciosas, pero pocas veces la dejaban compartir. Una vez que estábamos comiendo unos chicharrones rancios, me contó su historia. La Princes es blanquita, ojos redondos de color negro profundo y tiene la voz muy chillona, a ella la adoptaron también. Su familia fue mejor que la mía.

-Me suenan las tripas, Chachis. Oí quejarse al Rudo.
Yo ya estaba mareada del olor a orines de la esquina de enfrente, una cantina. Normalmente nadie detecta esos olores, yo sí. Empecé a quedarme dormida, mi respiración estaba agitada y el Rudo no dejaba de quitarse la mugre del lomo.

Finalmente, salió Doña Lupe con una olla que olía a vísceras de pollo, y como me desperté exaltada, salté hacia ella e hice que derramara todo el caldo accidentalmente encima del Rudo. Me asusté. Agarré los pellejos más grandes y salí corriendo. A lo lejos escuché que me gritó algo Doña Lupe.

Hoy el Rudo me dijo, mientras buscábamos palomitas pisadas en el piso, que quiere andar conmigo otra vez.



Él es el Rudo, Doña Lupe tomó la foto.  <3